Mi gran depresión



Me hundí en la más mierda de mi vida y resulta que todavía no he podido salir de ella. Siento como si estuviera encarcelada, sin poder disfrutar de la vida, de la libertad. Haciéndome humillar cada día y sin embargo lo que puedo hacer es pegar a un simple saco para desahogarme la vigésima parte del dolor que todavía siento. Darle a una pared no sirve de nada, no sirve ni vale la pena pegarle a él. ¿Para qué? No hay nada en la vida en que valga la pena luchar, y todavía menos sin ayuda. Y ahora es cuando me doy cuenta de lo tonta que he sido al no decirle nada, ni haberles informado de mis ataques de rabia, de llorar, de pensamientos suicidas que no llevo a cabo por ellos(mis amigos), porque sé que por lo menos a ellos les dolería. Y si dijese que lo único que me haría feliz seria sentirme arropada por lo míos.
Que me dieran cariño, que me dijeran que si valgo o no y el por qué, que me abrazaran, que los pudiera abrazar y que pudiera llorar mientras les digo lo que me pasa, aunque no pueda expresarlo todo porque es tan difícil decirles con palabras, ya que lo más seguro es que pensaran que exagero, que es todo a causa de la “adolescencia”, que estoy en una edad difícil, pero eso ¿a mi qué? Solo quiero poder ser feliz de verdad. Quiero reír porque yo quiero y no por fingirlo. Necesito poder llorar entre los brazos de mis amigos para poder superar este bajón que sin duda ha sido el peor, ha sido y es la peor etapa, la más dura de mi vida.


No hay comentarios: